“Carmen era amor” escuché entre los tantos testimonios que me afectaron entre ayer y hoy producto de su partida. E inevitablemente pensaba en la ternura como noción que otro maestro, Ulloa, supo instalar como contracara de la crueldad –la misma crueldad que encontraba en el terrorismo de estado de la última dictadura una de sus máxima expresiones. Y también resonó en mi otro testimonio –que ya alguna vez había escuchado: “Carmen atendía a sus pacientes a pesar de estar “guardados” porque los buscaban los militares; llegó a ir a la cárcel a atender consciente que ponía en riesgo su vida” y anteponiendo la ética de la ternura como la clase de profesional-persona que era.
Diversas publicaciones ya han dado cuenta, y con justicia, de lo que Carmen fue como parte de nuestra historia psi: perteneciente a las primeras graduadas marplatenses, por ende de las primeras docentes de nuestra disciplina allí en los 60-70. Pionera aquí en la ciudad, ya en aquel entonces, trayendo y formando en psicoanálisis focalizado. Referente del campo de la psicología clínica y docente en dicha asignatura. Comprometida con los DDHH y siempre dispuesta a producir y a dar testimonio como sobreviviente de aquella horrenda –y aun silenciosamente presente— época. Docente y Decana en nuestra Facultad de Psicología de UAA y también profesora emérita aquí –antes lo fue en su homónima de la UNMdP—.
Pocas personas pueden llegar al final de su vida con tamaña trayectoria, pero por si fuera poco —o aún mucho más que aquello— Carmen Rodríguez Salgado sigue siendo una referencia de ética y ternura. Como también se escuchó decir en su despedida: “a veces una quisiera conocer a esas personas que cuando parten, todos hablan tan sentidamente bien de ellas, y yo tuve la suerte en este caso de conocerla”. Muchos la conocimos en persona y más aún por lo que nos transmitieron tantas y tantos otros que la conocían más de cerca.
Nos has dejado un legado tan grande como el vacío que las grandes personas dejan al partir: el de la ternura y la ética. La misma con la que te jugaste la vida como profesional y con la que alojabas a cualquiera dispuesto a formarse y conversar con vos.
Que en paz descanses Carmen.
Dirección de Carrera de Psicología
Lic. Damián Rodríguez