Centramos nuestra propuesta en el conocimiento profundo del juego infantil focalizándola en la etapa anterior a los tres años que denominamos protoinfancia. Así el juego en la protoinfancia funda y permite el despliegue y estructuración de la personalidad, de su subjetividad, de su constitución y conocimiento de sí y del otro, de sus posibilidades motoras, de sus haceres, de sus relaciones afectivas y del conocimiento de las propiedades y características del mundo objetal. Para ello, para que el juego se despliegue, las infancias necesitan profesionales que sean capaces de generar las condiciones necesarias para ello suceda.

La formación de profesionales, comprometidos con esta concepción de juego en la protoinfancia que abordamos en esta Diplomatura Superior Universitaria, sienta las bases de una calidad en la relación estructurante adulto–niño, que le permita a éste la posibilidad de transitar su primera y profunda etapa de su infancia: expresando, siendo, pensando, actuando y sintiendo. Centramos nuestra propuesta en el conocimiento profundo del juego infantil focalizándola en la etapa anterior a los tres años que denominamos protoinfancia. Así el juego en la protoinfancia funda y permite el despliegue y estructuración de la personalidad, de su subjetividad, de su constitución y conocimiento de sí y del otro, de sus posibilidades motoras, de sus haceres, de sus relaciones afectivas y del conocimiento de las propiedades y características del mundo objetal. Para ello, para que el juego se despliegue, las infancias necesitan profesionales que sean capaces de generar las condiciones necesarias para ello suceda.
La formación de profesionales, comprometidos con esta concepción de juego en la protoinfancia que abordamos en esta Diplomatura Superior Universitaria, sienta las bases de una calidad en la relación estructurante adulto–niño, que le permita a éste la posibilidad de transitar su primera y profunda etapa de su infancia: expresando, siendo, pensando, actuando y sintiendo.